Lo más fácil en finanzas es conocerlas. Lo realmente difícil es reconocerlas como apropiadas para nosotros. Con una adecuada planificación personalizada, la decisión será siempre adecuada a la situación real y lo que nos parecía inalcanzable, sencillamente estará más cerca. Si cuando se nos estropea un coche, consultamos un mecánico, haz lo mismo con tus finanzas, aunque tan sólo sea para estar seguro.