La vocación. Soy voluntaria y colaboradora de protectoras de animales y son mi verdadera vocación en la vida.
El trato con los animales, estar con ellos, su compañía, el poder ayudarles y sentirme útil.
Llevo más de diez años dedicándome cuidar animales (además de los míos, por supuesto) y he vivido con ellos muchas experiencias, la mayoría muy agradables, pero también situaciones muy delicadas y desagradables que vivo continuamente en la protectora con el abandono y el maltrato de animales que llegan al refugio.