Ser una persona joven me permite crear una clase y una forma de enseñar única para cada alumno/a. Ser aún una estudiante activa me posibilita crear un vínculo con los estudiantes, entenderlos, ayudarlos y sobre todo hacer que disfruten del maravilloso mundo que se abre con el estudio de la música. Entender a tu alumno/a y saber cuáles son sus objetivos es imprescindibles para ser una buena profesora.
Compartir la pasión por la música es lo que me gusta más de mi trabajo ya que la música te permite mejorar como persona. Naturalmente estudiar música no es solo cosa de adolescentes y jóvenes. La práctica de música es ideal en los más pequeños para poder trabajar su capacidad imaginativa, cognitiva, lógica, matemática y sobre todo su sentido de la responsabilidad y la autoestima. De la misma forma, estudiar música es perfecto para los adultos y personas mayores consiguiendo un tiempo de desconexión de sus obligaciones aprendiendo sobre nuevos temas y cualidades artísticas desconocidas.
¿Tu crees que yo seré capaz de aprender música? ¿Puedo estudiar música si soy muy vergonzoso/a? ¿Qué pasa si no tengo sentido del ritmo o no se cantar? La múisca no entiende de limites o de edades. El saber es cultura y nunca ocupa espacio. En mis clases no trato únicamente de enseñar a leer partituras para poder tocar un instrumento, sino que también trabajo la seguridad en una misa y el saber valorar el esfuerzo y su recompensa. El estudio de la música permite aumentar tus conocimientos y también mejorar tu forma de ser.
Tengo experiencia como profesora particular de música (lenguaje musical y armonía) con niños, jóvenes y adultos.