Somos Ana e Irene Os traemos este proyecto con mucha ilusión y con ganas de cambiar un poquito la manera de plantear bodas. nuestro deseo es imaginar para vosotros ambientes cálidos y sencillos, donde podáis crear vuestros mejores recuerdos. Un poco de nuestra historia... Nacimos en la década de los 70, en un mundo muy diferente del que hoy vivimos. Cuando entonces se hacía una celebración, era por todo lo alto ya que había pocas ocasiones y los recursos para festejar de las familias se guardaban preciosamente hasta que llegaba ese momento. Nuestros mejores recuerdos de la infancia eran estas celebraciones, bodas, bautizos y comuniones en las que toda la familia, amigos e incluso el pueblo se implicaban con los detalles. Allí estaban el primo haciendo las fotos del banquete, las hermanas preparando la comida y las amigas colocando flores aquí y allá en el restaurante de barrio donde se celebraba el banquete. Eran lugares de encuentro, verdaderos festejos en los que toda la familia se unía y donde se crearon los mejores recuerdos del mundo, porque eran sencillas y espontáneas, no había lugar para la pretensión ni para el estrés y por un día se podía ser útil para el ser tan querido.