La individualidad de cada terapia, personalizada al máximo para cada paciente y con un alto grado de empatía.
Absolutamente todo, no hay nada que me disguste. Vivo enamorado de mi profesión cada día.
¿Tiene solución? La respuesta es: sí. Casi el 100% de los casos que me llegan se acaban rehabilitando con excelentes resultados.