Mark Aso Roldán

Coaching Emocional · registrado hace 1 año(s)
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¿Sigues sin saber lo que te pasa? Seguramente hayas dado mil vueltas por los enredos de Internet buscando síntomas, soluciones, y tratamientos posibles. Eso sólo consigue dejarte con más preguntas que respuestas, cosa que aun te deja peor de lo que estabas: más preocupado, más enfadado, más irritable y más triste. Al final, los laberintos de Internet se acaban trasladando a tu cabeza. Lo compruebo a diario en la consulta: hombres y mujeres que llegan a consulta un poco incrédulos, tanto porque les dijeron el típico “yo no creo en los psicólogos”, como por el cansancio, el escepticismo y la desesperación de no encontrar una solución. Después de muchos años como especialista, puedo afirmar que sigue siendo muy necesario avanzar en la comunicación a la sociedad sobre el malestar psicológico: sus orígenes, lo que mantiene los problemas, y sus soluciones. Sin embargo, esto es una tarea especialmente compleja, debido a la gran cantidad de mala información, sin apoyo científico, que corre por las agitadas aguas de Internet. A esto se suma la gran variedad de trastornos y dificultades psicológicas que existen y lo difícil de su detección. Pongamos 3 ejemplos habituales: - Ataques de Pánico: antes de acudir a consulta, ese hombre o esa mujer ha pasado incontables noches sin dormir, alejándose de todas las cosas que le importan y aislándose de su entorno. Ha buscado mucha información, pero sigue sin entender por qué le pasa eso. Muchos le han dicho que intente relajarse, le han recetado pastillas, ha hecho sesiones de Reiki, Acupuntura, etc., pero los ataques siguen apareciendo sin avisar. Al final, esto es tan grave que se acompaña de agorafobia. - Depresión: esta persona no sale de casa. Está de baja laboral y no puede levantarse por las mañanas, pero por la noche no duerme. A menudo ha escuchado que “si tienes amigos, no necesitas un psicólogo”. Sin embargo, los amigos que tiene ya no saben qué hacer: constantemente le han repetido que tiene que salir y divertirse, le han recordado que la vida le va bien, etc. Al final, poco a poco, también se ha ido distanciando de sus amigos. - Trastorno de personalidad: sus relaciones sociales son un desastre. Le surgen conflictos por todos costados. Constantemente le han dicho que tiene un vocabulario demasiado agresivo, que no puede controlar su ira y sus enfados. Pero ella, por lo general, posee una muy buena imagen de sí misma, aunque a veces se siente fatal y vacía por dentro. Tampoco quiere ir a terapia porque “a ella nadie le tiene que decir qué hacer”. En resumidas cuentas, cuantos más pacientes veo, más claro tengo que aún hay mucho prejuicio que desterrar y mucha pseudociencia que combatir. Por eso sigo trabajando con ilusión y colaborando con varios grupos de expertos en la materia. Me llamo Mark Aso. Mi camino hasta llegar aquí no ha sido nada fácil, pero sí muy gratificante. Si quieres conocerlo, prepárate un café y sigue leyendo. Mis estudios en psicología clínica y sanitaria los empecé más tarde de lo habitual debido a algunas experiencias que me marcaron a fuego y me ayudaron a decidir que mi camino en la vida transitaría por ayudar a otros a comprender el funcionamiento de la mente y, por ende, a sí mismos. Estudié el grado en Edimburgo (Escocia) y lo hice allí a través de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), con el objetivo de sumergirme en otra cultura y poder comprobar en mis propias carnes los efectos de la sociedad en nuestra forma de ser. El Master en Psicología General Sanitaria, lo realicé en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), requisito indispensable para poder intervenir en la salud psicológica. Creo firmemente que el psicólogo no debe dar consejos, no debe decir qué tiene o qué no tiene que hacer la persona. El principal requisito es establecer un entorno seguro, donde las personas no sean juzgadas por lo que piensan, sienten o hacen. Ese debe ser el punto de partida desde el que volver a levantarse y empezar a andar de nuevo. Mi trayectoria Decidí ejercer exclusivamente en el ámbito privado por dos cuestiones. La primera es mi ánimo eminentemente preventivo a la hora de ayudar a la gente: no tiene que presentarse un problema o un trastorno para poder cuidar de nuestra salud. En psicología, todos los problemas son multicausales y es con la adición de muchos factores que se originan los trastornos psicológicos: problemas laborales, económicos, de pareja, insomnio, baja autoestima, dificultades para afrontar un duelo… Una gestión ineficaz de estos aspectos, comunes a todas las personas, puede conducirnos a un callejón de difícil salida. Y la segunda razón es porque creo que la terapia individual tiene que ser continuada, llevando un seguimiento periódico, y sin listas de espera interminables. En definitiva, cuando veis que un psicólogo puede dedicar el tiempo necesario a escucharos, sin dar recetas precocinadas, capaz de prestaros atención activamente, y sabe entender todo vuestro mundo al completo, sabéis reconocerlo. Por eso, mis principales valores como profesional se definen como perseverante, metódico, honesto, eficiente, cercano y claro. Mi propósito es ayudaros y que no os sintáis solos ante las diferentes dificultades de la vida. El problema que te acompaña tiene solución. Solo hace falta escucharlo, comprenderlo, saber qué te ha llevado hasta allí y por qué no puedes salir. ¿Qué método aplico en mi consulta? Mi enfoque terapéutico es la Terapia de Aceptación y Compromiso, una de las terapias de tercera generación, basadas en la perspectiva cognitivo-conductual. Con esta herramienta te puedo ayudar a buscar ese horizonte, esa estrella polar que se perdió por el transitar de la vida. Por otro lado, utilizo algunos cuestionarios para poder medir y constatar tu estado actual y poder establecer objetivos a corto, medio y largo plazo. Estos cuestionarios son apoyados mediante informes de resultados que puedes conservar en tu poder para leerlos detenidamente cuando lo creas oportuno. En definitiva, lo cierto es que los buenos resultados no se basan en trucos de magia, sino en la experiencia, el aprendizaje, y un enfoque científico a lo largo de todo el proceso terapéutico. Así, con esta idea en mente, lo primero que tenemos que realizar es un buen diagnóstico del problema, lo cual se realiza mediante un correcto análisis funcional del problema. Solo sabiendo donde estamos podemos decidir hacia dónde queremos ir. Es sólo entonces cuando puede empezar la terapia de verdad. Y te puedes preguntar: ¿El método funciona? Quienes mejor te pueden responder a esto son los pacientes que han dejado una opinión en mi perfil. Igualmente, puedes encontrar mucha información en nuestra página web, www.centrepsicosalut.com, en la sección de psicología y ciencia. Si has llegado hasta aquí, ya sabes muchas más cosas sobre quien soy y sobre la metodología que utilizo. Igualmente, aquí te dejo algunos datos sobre mí. Nací en Sabadell en 1987, aunque he vivido en varios sitios diferentes: Girona, Barcelona, Edimburgo y Buenos Aires. Estoy casado y disfruto de los ratos que puedo pasar con mis amigos y mi familia. Todavía no soy padre. ¿Te gustaría darte una oportunidad y volver a creer que lo que te pasa tiene solución? Pide una cita conmigo y juntos lo conseguiremos.
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