Siempre sonriente y cámara en ristre, acechando lo que el poeta Vicente Gallego, refiriéndose a ella, ha llamado ‘la magia del instante perfecto’. No es fácil asirlo, captar una imagen en el momento preciso, sin que se pierda un átomo de expresividad, sin tergiversar, sin traicionar, pero descubriendo la esencia de lo que está frente al objetivo.